Personaje

La trastienda de la decisión del doctor Paris de volver a la Fase 2

El lunes el ministro de Salud planteó al Presidente Piñera que la Región Metropolitana debía volver a Fase 2. Es la apuesta más controvertida en sus 6 meses de gestión. ¿Por qué lo hizo?

Por: María José Gutiérrez y María José López | Publicado: Sábado 12 de diciembre de 2020 a las 04:00 hrs.
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El lunes 7 de diciembre a las 8:30 comenzó la reunión. En La Moneda estaban los ministros Enrique Paris y Jaime Bellolio; los subsecretarios Alberto Dougnac, Paula Daza y Katherine Martorell; el jefe del segundo piso Cristián Larroulet; y los asesores de Presidencia Pablo Eguiguren, Ignacio Parot y Magdalena Salinas.

Conectados por teleconferencia, los ministros Rodrigo Delgado, Lucas Palacios, y el Presidente Piñera junto a su hombre de confianza, Benjamín Salas, desde la casa del mandatario en Cachagua. 

Como todos los lunes y jueves que sesiona el comité de crisis Covid, Parot -asesor económico de Presidencia- puso sobre la mesa el informe que él elabora y donde cruza, comuna por comuna, distintas variables: tasa de incidencia, ocupación de camas UCI, situación de hacinamiento y posibilidad de cumplir cuarentenas, y variación del número de contagios entre una semana y otra. Entonces, el ministro de Salud tomó la palabra: “Tenemos que pasar a Fase 2 a toda la Región Metropolitana”. 

No estoy de acuerdo”, respondió Piñera. “Hay comunas que no cumplen los requisitos para retroceder”, señaló el Mandatario y advirtió que prefería continuar con la política que se había implementado durante la pandemia, de cuarentenas dinámicas. 

Paris insistió en su argumento: el número de contagios diarios equivalía a las cifras del 24 de abril, tres semanas antes de que se decretara cuarentena total para el Gran Santiago. Si ahora la RM pasaba a Fase 2 era una forma de “apretar los dientes” y dar una señal comunicacional potente que permitiría tener un verano “tranquilo” antes de la llegada de las primeras dosis de la vacuna en marzo.

Martorell, subsecretaria de Prevención del Delito, tomó la palabra: “Es muy difícil fiscalizar la movilidad entre las comunas. Si queremos que la medida funcione, debe ser para toda la región”.

Con el factor sanitario y de seguridad en la balanza, no quedaba otra opción. Piñera dio el sí y todos, salvo el ministro de Economía Lucas Palacios, estuvieron de acuerdo con la propuesta. “El retroceso en el comercio es indiscutible”, señaló. Tres horas más tarde terminó el encuentro y se dio a conocer la medida. Parte del gabinete se enteró del anuncio por la prensa.

El error del primer aviso

A fines de noviembre, Sebastián Piñera le encargó al subsecretario de Redes Asistenciales Alberto Dougnac elaborar un informe de proyección de camas críticas. “Lo mismo que le pidió un millón de veces a Arturo Zúñiga y que éste hizo siempre”, asegura una fuente de Palacio.

Ese informe se revisó en el comité de crisis y una vez que el tema llegó a la prensa, el ministro Paris comenzó a poner el asunto de una segunda ola en pauta y prender las primeras alarmas: de acuerdo a los cálculos del Minsal, había tres escenarios posibles para enero: el más conservador contemplaba 3.026 casos diarios y 2.452 camas UCI y el más agresivo, más de 9.500 casos por día, lo que implicaría la necesidad de 4.562 camas. 

Hasta entonces la estrategia comunicacional del gobierno estaba enfocada en la reactivación económica. Paris, pese a que en las reuniones en La Moneda se mostraba catastrofista -en base a lo que le transmitían distintos servicios de salud-, no tenía los números que respaldaran su visión, dicen en el entorno del Presidente. Hasta que hace dos semanas estos comenzaron a cambiar. 

En paralelo, se le pidió al ministro preparar escenarios para distintas festividades: el feriado del 8 de diciembre, Navidad, Año Nuevo, Verano y Segunda Ola. Apenas algunos de ellos se aprobaron en Presidencia, se hicieron públicos. Así el 3 de diciembre el gobierno anunció el plan con medidas para fechas especiales como la extensión del toque de queda y algunas limitaciones de aforo. 

A todas luces eso fue un error”, reconocen en La Moneda. Cuatro días más tarde se comunicó la decisión de volver a cuarentenas los fines de semana, justo en la línea contraria del anuncio de ese jueves. ¿Qué pasó? En el entorno de Paris hablan de que hubo descoordinación, ya que ambos temas corrieron en forma paralela. Como contrapunto, asesores del gobierno argumentan: “El Plan Navidad y Año Nuevo es distinto según la fase en que se encuentre la comuna, por lo que no pierde vigencia. Además que está planteado a nivel nacional, no solo para la RM”. 

El lunes 21 de diciembre, cuando se cumplan 14 días del anuncio se evaluará la evolución de los contagios, y lo probable es que los desconfinamientos se hagan por comuna. 

Los Zoom y la popularidad

Nunca hubo dudas, cuando renunció Jaime Mañalich de que el sucesor en el Ministerio de Salud era Enrique Paris. Su nombre había estado en la terna inicial del gabinete. Pero Piñera había optado por dos viejos conocidos en la cartera: Emilio Santelices y luego Mañalich, ambos colaboradores de su primera administración.

La llegada del expresidente del Colegio Médico cambió el aire en el ministerio. No solo mejoró la relación de la entidad con la prensa, sino que también con la subsecretaria Paula Daza, quien había tenido constantes roces con su antecesor. “Le volvió la vida”, comentan en el entorno de la pediatra. A poco andar Paris se ganó la aprobación de La Moneda y se convirtió en el mejor evaluado del gabinete.

Sin embargo, ha tenido constantes enfrentamientos con Lucas Palacios por el tratamiento de la pandemia, así como con el ministro de Educación Raúl Figueroa, quien sintió que el médico no le dio el respaldo suficiente para la vuelta a clases. “Había temor en el ministro de Salud. Se conversó bastante hasta que hubo suficiente evidencia internacional que mostraba que los colegios no son grandes focos de contagio como sí lo son las reuniones sociales”, explica una persona que estuvo en esas discusiones. “El apoyo de Paris a Figueroa llegó tarde”, esgrimen cercanos a Educación.

A diferencia de su antecesor, el estilo de Paris es más conciliador y delegador. “No está encima de todos los temas, como Mañalich, que sabía exactamente cuántos ventiladores había, dónde estaban y cuántos exámenes de PCR se estaban implementando en cada región. Paris ve las cosas por encima, no es de armas tomar. Eso lo resienten los subsecretarios, que tienen que hacer la pega porque el ministro sobrevuela”, asegura una persona que trabaja con él. Un colaborador matiza: “Es bueno que delegue. Es señal de confianza”.

Otra de las críticas que se le hacen internamente es que comunicacionalmente es “desordenado”, es decir, se acuerda con él dar un mensaje determinado y después sale con uno distinto en el punto de prensa. “Cuando dijo que la segunda ola iba a llegar en enero es el ejemplo más patente. No era parte de una estrategia de lo que se había intentado transmitir”, explican en La Moneda. 

La agenda de Paris está copada de reuniones -la mayoría por Zoom- con distintos grupos que se relacionan con la cartera: desde parlamentarios y políticos, hasta sociedades científicas y jefes de servicio, todos “stakeholders” del ministerio. Cuando se enoja con alguien, comenta una fuente que lo conoce, lo bloquea en WhatsApp. Uno de ellos es Daniel Jadue, quien lo ha criticado constantemente en la prensa. 

“Le importa mucho su evaluación y popularidad, pero en el buen sentido: sabe que en una pandemia no sirve de nada hacer una vocería si nadie te cree”, agrega un antiguo colaborador. “Necesito que mi discurso sea validado por toda la ciudadanía”, es una frase que el ministro suele repetir.

El círculo de hierro del médico con especialidad en pediatría lo componen su jefe de gabinete Juan Carlos Ríos y Raúl Escárate, jefe de prensa. Mantiene conversaciones constantes con Pablo Araya, el excandidato al Colmed que perdió en 2017 ante Iskia Siches, y el exdiputado y asesor del Minsal Enrique Accorsi. 

Junto con las medidas para enfrentar la segunda ola, Enrique Paris planea el aterrizaje de las vacunas: cuándo comenzará la inoculación, a quiénes priorizarán, cuándo y cómo convencer a los indecisos. Además, prepara argumentos ante preguntas que han surgido por estos días. ¿Son todas las vacunas igual de seguras? ¿Qué hacer si una persona prefiere una inyección sobre otra? ¿Se puede elegir? Las respuestas, afirman de su entorno, están por llegar.

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